Habilitaciones

Nuestros establecimientos estan habilitados tanto por la Municipalidad de San Nicolas, como por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.

Reconocimientos

El proyecto comenzó en el año 2009, por una necesidad puntual de mi madre. Ella estaba enferma de Alzheimer y en el año 2008 la interné en una institución geriátrica. Mi presencia constante y diaria me hizo ver las falencias de la institución en cuanto a higiene, cuidados personales, alimentación, limpieza, etc, por lo tanto con una amiga nos pusimos en campaña en búsqueda de un lugar para cambiarla. A medida que recorríamos los lugares de la ciudad, más me atormentaba la idea de dejarla en instituciones que eran peores de la cual intentaba cambiarla. La totalidad de ellas, sin ningún tipo de habilitación.

Pensé que era mejor dejarla en el lugar y tratar de proponer cambios, los cuales no fueron considerados en absoluto, ya que de alguna manera implicaban costos que la institución no estaba dispuesta a asumir.

Eran muchas las ideas y al plasmarla, pensamos y ¿por qué no poner nosotras un lugar que cumpla las condiciones que estábamos necesitando? Por supuesto al principio fue un tema de costos asociados al equipamiento y encontrar un lugar que reúna las condiciones requeridas legalmente y a la vez, tenga la calidez de una casa, la casa de esas abuelas. Habíamos tomado ya algunas decisiones importantes, debían ser solo mujeres, no nos sentíamos capacitadas para buscar todo lo que necesita un hombre con esas problemáticas y mucho menos tenerlos mezclados sin los resguardos necesarios para que sea mixto.

Encontramos una casa que cumplía los requisitos y nos gustó el lugar, ubicado en el centro de San Nicolás de los Arroyos, lo que implicaba que las familias siempre pudieran pasar a verlas, no había excusas.

Queríamos desterrar la palabra “geriátrico”, hablábamos de hogar o residencia, algunos la llamaron SPA, hotel para las abuelas. Tuvimos que poner al día planos y el resto de las cuestiones edilicias. Este fue el comienzo de una lucha de algunos meses con la legalidad del emprendimiento. Requerimientos entendibles y muy estrictos, en cuanto a lo solicitado por la legislación, en cuanto a temas edilicios y de seguridad. Obstáculos que nos llevó bastante cumplimentar. En él mientras tanto, personal contratado mediante, la única interna era mi madre. Entonces debíamos financiar el proyecto hasta su habilitación, primero municipal y luego provincial. Hasta ahora no se visualizaban los conceptos innovadores que a nuestro juicio nos diferenciarían del resto, debíamos cumplir los requerimientos legales. No escatimamos en gastos de matafuegos, inifugaciones, compartimientos sanitarios, y todo lo solicitado.

En paralelo cumplíamos nuestro sueño de diferenciar las habitaciones por colores: fucsia, amarilla, verde, violeta. Buscábamos frazadas de colores, lámparas que los resalten, televisores (que luego reemplazamos por plasmas). Sabíamos que las abuelas apreciarían activar los sentidos de vista, olfato y sabores. Sabíamos que el lugar tenía que tener siempre olores agradables y fundamental, incentivar el sentido del gusto con muy buena comida, rica en las vitaminas que necesiten pero también brindarles la satisfacción de un buen postre y meriendas dignas que les permitiera disfrutas de exquisitos sabores. La presentación de la misma además de la calidad fue una preocupación constante que nos permitía incentivarlas a su consumo, a sabiendas de la importancia de la buena alimentación.

Llegó el gran día donde fuimos habilitadas Municipal y Provincialmente a posteriori, entidades que nos visitan en forma frecuente para verificar el seguimiento del cumplimiento de las exigencias en los que basan sus permisos para brindar el servicio.

Diferentes familias confiaron el cuidado de sus mayores, y a medida que crecíamos en población, sabíamos que teníamos que completar nuestro servicio con actividades de esparcimiento y desterrar el aburrimiento, cuestión que entendíamos podía ayudarlas a mantener sus ganas de vivir. Gimnasia, Yoga, expresión corporal, canto, educación primaria, psicología y la presencia de cantantes de tangos y bailarines que le permiten recordar las letras de aquellas canciones que disfrutaron en su juventud.

Cada fiesta, cumpleaños, día de la madre, fin de año, navidad, etc, se festeja como en casa, buena comida, adornos y la presencia de sus familiares compartiendo todo con las abuelas. La organización de Bingos, les permite repasar y familiarizarse nuevamente con los olvidados números a la espera de un regalo estimulo a las ganadores, que finalmente son todas.

Cada abuela que ingresó, se ha ido porque Dios así lo decidió, nadie nos abandonó.

Hace un año y medio mi madre falleció, y nos dejó esta inspiración de seguir adelante para ofrecerle a las familias un lugar diferente. No hay razón para condenar a nuestras madres o abuelas a vivir en lugares que nosotros mismos no quisiéramos habitar. Por ello, es que decidimos construir ese lugar… el rincón en el que todos quisiéramos vivir. Sabemos que tenemos cosas para mejorar en forma continua y permanente, pero el concepto del respecto a nuestros mayores es la base de este cambio.

En el Rincón de Luz comienzan una nueva vida, a sabiendas de sus limitaciones físicas, pero es el momento de disfrutar otras cosas, ambientes preparados para ellas y actividades en su propio hogar, que le permiten día a día, aguardar el siguiente con la esperanza de disfrutar junto con las que hoy son sus amigas, de un momento agradable y diferente.

Silvia Sanchez - Marcela Graziani

Rincon de luz - Pellegrini